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Hormigon Armado / Lustra Botas de la Paz / Bolivia

Para conversar con ellos hay que sentarse, bajar, esperar, hablar mientras lustran, mirarlos a los ojos, acercarse. Ellos siempre van tapados pero abiertos a contar sus propias historias, las que reflejan la dignidad de su oficio y lo honrado de una persona que trabaja por la necesidad de vivir. Al ver las fotografías después de un tiempo aun me asombran sus ojos, llenos de brillo que se plasmaron en los diferentes retratos. Su atuendo particular, chaquetas estilo militar, sus guantes sin dedos y el infaltable pasamontañas causan extrañeza por su particular estética; este objeto conlleva una función, ellos cuentan que se usa para esconder su identidad y no ser reconocidos por otras personas, ya que son juzgados, también suelen ocuparlo por el frio y el polvo que envuelve la ciudad altiplánica de La Paz. Así con el tiempo el pasamontaña pasò a ser una caracteristica de los lustrabotas, sin querer, así como las diversas chaquetas que usan para diferenciarse entre sindicatos y agrupaciones, así el estilo de vestimenta es parte de la iconografía de este actor social, por diferentes motivos.

El oficio callejero siempre genera muchos prejuicios, se asocia inmediatamente a marginalidad pero basta relacionarte con ellos para darse cuenta que no siempre es así, son chicos, adolecentes, padres, estudiantes que luchan y se movilizan, estudiando en colegios o universidades, manteniendo a sus familias, agrupándose en sindicatos o federaciones. A pesar de estar entre los oficios peores pagados del país, en cada una de las calles de La Paz, veras a  muchos lustrabotas, los "Ninjas" , los guerreros que, desde abajo, desde el hormigón, sacan brillo al incesante caminar.

 

" Me cubro el rostro con un pasamontañas porque es un habito. la misma sociedad te obliga a eso para no ser descriminados, preferiblemente nos tapamos con el objetivo de ser una persona màs en la sociedad"

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